Propósitos
para el Nuevo Año
Desde el pensamiento: augurar lo bueno, lo lindo, lo esencial, lo mejor para cada persona.
Desde la palabra: expresarnos con
creatividad y desde el corazón, compartir la felicidad del otro.
Desde la acción: empatizar y simpatizar con la realidad de las personas que conocemos,
recordamos y queremos.
Elijamos
liberar, dejar que los acontecimientos fluyan. Intentemos ser tolerantes,
agradecidos, comprensivos con lo que la
vida nos trae aunque no sea precisamente lo que soñábamos.
Pensemos
que las vivencias nos ayudan a crecer, a
creer, a confiar. Optemos por la música,
la poesía, el juego, el canto, el arte o la risa…cada vez que la melancolía anide en el
corazón.
Prestemos especial atención a signos y señales, ellas pueden indicarnos el
camino a seguir para alcanzar los sueños, las nuevas ideas y a la esperanza que nos traen los
sucesos que están por llegar a nuestras vidas más allá aún de las palabras… que
a veces nos resultan difíciles de comprender.
|